Hay mucha controversia con respecto al mundo del coaching y del llamado coach de vida y a veces es difícil de definir porque demasiadas ocasiones se entremezclan conceptos.
Si tuviera que definir un coach de vida lo haría como aquel profesional que está preparado para ayudar a las oersonas a identificar y alcanzar sus objetivos, ya sean personales, profesionales o incluso deportivos.
Para ello, el coach, emplea una variedad de técnicas para focalizar a sus clientes en la superación de esos objetivos.
Cabe decir que un coach, a diferencia de un consejero o de un terapeuta, se centra en el presente y en el futuro, cuyo objetivo no es otro que el de generar las estrategias necesarias y efectivas para alcanzar sus metas.
El coaching de vida, ayudar a encontrar las respuestas con diferentes especializaciones
El coaching de vida se define como un proceso colaborativo en el que el coach y el cliente trabajan juntos para clarificar objetivos, identificar obstáculos y desarrollar planes de acción.
Los coaches de vida utilizan habilidades como la escucha activa, el cuestionamiento poderoso y la retroalimentación constructiva para facilitar el crecimiento y el desarrollo personal de sus clientes.
El coach de vida se puede especializar en diferentes áreas como pueden ser:
Carrera profesional
Ayudando a los clientes a encontrar satisfacción en su trabajo, cambiar de carrera o avanzar en su profesión.
Relaciones personales
Apoyando en la mejora de relaciones interpersonales, ya sean románticas, familiares o amistosas.
Bienestar personal
Enfocándose en la salud física y mental, incluyendo la gestión del estrés y el equilibrio entre trabajo y vida personal.
Crecimiento personal
Fomentando el desarrollo de habilidades y hábitos que promuevan una vida más plena y satisfactoria.
¿Qué hace el coach de vida?
Un coach de vida realiza una variedad de actividades para apoyar a sus clientes en su viaje hacia el logro de sus objetivos.
El itinerario a llevar a cabo con el cliente es el siguiente:
Evaluación Inicial
El proceso de coaching generalmente comienza con una evaluación inicial, donde el coach y el cliente ponen de manifiesto las expectativas, los objetivos y las preocupaciones del cliente.
Esta evaluación ayuda a establecer una base clara para el trabajo futuro.
Establecer los objetivos
Una vez que se ha completado la evaluación inicial, el coach ayuda al cliente a definir objetivos claros y alcanzables.
Estos objtivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo (SMART).
S Specific (Específico)
M Mesurable (Medible)
A Achievable (Alcanzable)
R Relevant (Relevantes)
T Timely (Temporales o limitados en el tiempo)
Desarrollo de un Plan de Acción
Con los objetivos claros, el coach y el cliente trabajan unidos para desarrollar el plan de acción detallado.
Se trata de un plan que incluye los pasos específicos que el cliente debe llevar a cabo para lograr precisamente esos objetivos.
Apoyo Continuo
El coach proporciona apoyo continuo a través de sesiones regulares, que pueden ser semanales, quincenales o mensuales, dependiendo de las necesidades del cliente.
Durante estas sesiones, el coach ayuda al cliente a mantener el enfoque, superar obstáculos y ajustar el plan de acción según sea necesario.
Por parte del coach será importante conseguir que el cliente se mantenga motivado, gracias a una actitud positiva y constructiva.
Por que ser un Coach de Vida no es lo mismo que ser Psicólogo
Suele confundirse en demasiadas ocasiones la figura del coach con la del psicólogo y sin embargo, aunque se trabaja para conseguir el bienestar del cliente, no es exactamente lo mismo.
El coach se centra fundamentalmente en el presente y el futuro, considera a su cliente una persona íntegra, cuyo objetivo es ayudarle a cumplir unos objetivos.
Sin embargo, el psicólogo se enfoca sobre todo en el pasado, y el objetivo es resolver los problemas emocionales y/o psicológicos, tratado tastornos mentales y emocionales.
Siempre he dicho que un psicólogo puede ser un coach de vida, pero un coach de vida no puede ser un psicólogo…
Por supuesto que todo depende de la formación, pero en el caso del coach de vida no necesariamente tiene una titulación oficial (no existe una carrera universitaria oficial ni un ciclo para ejercer esta profesión) y depende de certificaciones (certificaciones en coaching, PNL Programación Neurolingüística, etc.).
En cambio para ser psicólogo sí o sí se debe disponer del grado universitario, con las mentorías necesarias para poder ejercer diagnosticando y tratando trastornos mentales.
Precisamente, teniendo en cuenta lo delicada que es la salud mental, es imprescindible que el coach de vida que quiera ser realmente profesional sea capaz de saber si el cliente requiere de otro tipo de profesional, algo que sin la formación adecuada es sumamente complicado de saber.