“No tomes una decisión permanente por causa de una emoción temporal.”
Séneca.
Esta cita del filósofo romano, que predicaba unos ideales estoicos (otra cosa es que en la práctica no fuera exactamente así, pero eso da para otro tipo de post…) es otro ejemplo de cita que a pesar del tiempo sigue totalmente vigente.
¿Cuántas veces hemos tomado decisiones en caliente?
Las decisiones deben tomarse siempre de manera comedida, meditada, intentando no dejar llevarnos por el enojo o cualquier otra sensación que nos haya producido un acontecimiento, no como una reacción a una acción, por ejemplo.
Las personas a menudo se encuentran en situaciones donde las emociones toman el control, nublando el juicio y llevándolas a actuar impulsivamente.
En estos momentos, es crucial recordar la enseñanza de Séneca. Las emociones son transitorias y pueden ser engañosas; pueden hacer que veamos los problemas más grandes o más pequeños de lo que realmente son.
Reflexionar antes de actuar nos permite ver la situación desde una perspectiva más clara y objetiva.
Al tomarnos el tiempo para calmar nuestras emociones, podemos evaluar las circunstancias con mayor claridad y tomar decisiones que sean verdaderamente beneficiosas a largo plazo.
Y de este modo podremos protegernos de las consecuencias negativas de tomar decisiones de una manera precipitada, que seguramente no habríamos querido tomar realmente.
Además, esta cita nos invita a desarrollar la paciencia y la auto-disciplina.
Debemos ser capaces de controlar las emociones a pesar de que podemos encontrarnos en situaciones adversas, evitando que estas nos controlen a nosotros, es ese corriente estoica de la filosofía que Séneca promulgaba en la antigua Roma.